una experiencia agridulce

La atención de Bram fue excelente, siempre dispuesto a compartir su conocimiento sobre música clásica. El ambiente lleno de música y los deliciosos bocados de tarta por la tarde realmente hicieron nuestra estancia especial. La limpieza del hotel es impecable y el acceso a lugares de interés es muy conveniente, lo que permitió explorar la ciudad sin complicaciones.

Sin embargo, el acceso al ascensor es un poco incómodo.

Ubicación céntrica, experiencias musicales excepcionales, decoración cultivada y encantadora

Las habitaciones podrían mejorar en tamaño y ventilación, ¡el ruido del tráfico puede ser muy molesto!!! Además, la conexión WiFi me dejó mucho que desear, especialmente en las habitaciones en las esquinas.

Ideal para familias en busca de comodidad

La atención de Bram fue excepcional, sabe mucho de música clásica, y Kinga también es muy amable. La limpieza del hotel es notable, y la ubicación es maravillosa, a solo unos minutos a pie de la Ópera.

No fue barato, pero lo que ofrecen lo vale.

* Experiencias musicales excepcionales
* Decoración cultivada y encantadora
* Habitaciones temáticas únicas

* Drenaje del baño deficiente
* Wi-Fi intermitente
* Calefacción insuficiente

Me encantó la experiencia de escuchar música clásica en el salón mientras degustaba una buena taza de café. Disfruté del desayuno que incluía una variedad de panes frescos y delicias caseras. La ubicación cerca del mercado hizo que todo fuera más fácil y agradable. Me sentí en casa.

El acceso al ascensor es incómodo y las habitaciones pueden ser ruidosas por el tránsito. En general, no hay opciones de comida durante el día.

La limpieza del hotel es impecable y los conciertos de piano son una gran experiencia. La conexión WiFi en habitaciones es muy inestable.

Los albornoces en el baño son un lujo, y el desayuno es delicioso, aunque los huevos son aparte. La ubicación es perfecta, a poca distancia de la mayoría de las atracciones de la ciudad. La decoración tiene un gusto exquisito y el ambiente con música clásica y pasteles por la tarde es encantador.

Lo puedo recomendar.

el lugar es muy acogedor con música suave de fondo. el elevador es diminuto.

Disfrutamos mucho de nuestra estancia. La habitación estaba impecable y muy cómoda. Lo mejor fue el desayuno, que tenía un poco de todo, perfecto para comenzar el día. Además, las noches de música en el salón fueron una experiencia inolvidable junto con mamá.

A mis hijos les habría encantado más variedad en el desayuno para niños.

Ambiente acogedor y detalles encantadores

Me encantó lo acogedor que era el lugar, con música clásica de fondo y un salón donde siempre había pasteles y café. Las habitaciones eran cómodas, aunque un poco pequeñas. El personal era súper amable y servicial. Solo el acceso al ascensor puede ser un poco complicado, especialmente si llevas mucho equipaje.

La habitaciones eran bastante pequeñas, aunque estaban limpias. El desayuno extraodinario, una variedad increíble de opciones. Sin embargo, no había huevos en el buffet y me pareció un poco extraño tener que pedirlos al personal. La atención al llegar fue genial, pero algunas interacciones posteriores con el personal no fueron tan animadas. Disfruté de las deliciosas tartas en el salón, que eran un buen detalle por la tarde. El ambiente musical con piano era acogedor, pero el lobby era un poco estrecho. La decoración es encantadora, te hace sentir en un lugar especial, aunque el acceso a los ascensores puede ser incómodo. Además, el ruido de los pasillos se notaba un poco, especialmente en las zonas cercanas al ascensor. En resumen, el hotel tiene un buen encanto y muchas cosas agradables, pero algunas limitaciones con la habitación influyeron en mi estancia.

Me encantó el ambiente musical del hotel, especialmente los conciertos de piano que se ofrecen. Las habitaciones eran cómodas y la limpieza impecable. Sin embargo, el acceso a los ascensores era medio incómodo. 😊

Disfruté mucho mi estancia. La decoración es encantadora, dando un toque especial al lugar. Además, el desayuno superó mis expectativas al ofrecer opciones variadas. Sin embargo, el acceso al ascensor puede ser un poco incómodo, pero nada que arruine la experiencia.

Los bocados de tarta por la tarde en el salón con piano son una delicia! Además, el ambiente familiar y acogedor del hotel me hizo sentir como en casa. Aunque el desayuno no incluía huevos en el buffet, el resto estaba riquísimo y me quedé encantado con la decoración de buen gusto.

Aunque la atención de la mujer al hacer el check-in fue genial, otros miembros del personal parecían un poco desganados, especialmente al momento de despedirnos cuando intentamos dividir la cuenta.

Habitaciones limpias y desayuno completo, pero el Wi-Fi se cortaba a menudo.